
Cuando cada decisión cuenta, la automatización marca la diferencia. Tom d’Aqui, una de las principales cooperativas de productores franceses, decidió utilizar Crop Controller de Blue Radix para optimizar y controlar el clima y el riego con ayuda de la inteligencia artificial. “Es como tener un experto disponible las 24 horas, los 7 días de la semana, algo que ningún responsable de cultivos podría lograr por sí mismo”, afirma Toby Wright”.
Toby Wright ocupa el cargo de director técnico en Tom d’Aqui, una cooperativa de seis productores que cultivan tomates de alta calidad en el suroeste de Francia. Trabajan en dos terrenos, uno de 15 hectáreas y otro de 10 hectáreas. Esto convierte a Tom d’Aqui en uno de los principales referentes de la horticultura en invernaderos en Francia. “Como director técnico, soy responsable de nuestros cultivos Y me ocupo de su planificación. Procuro anticiparme a las condiciones de cultivo y atender las necesidades de las plantas utilizando datos históricos, siempre en colaboración con nuestro equipo de cultivo”.
Transiciones más fluidas
Wright supervisa las plantas de tomate y está pendiente de los ajustes del ordenador climático. “Utilizamos un ordenador climático Ridder. Se trata de un sistema muy avanzado y completo, con muchos componentes y configuraciones diferentes. Desde que comenzamos a usar Crop Controller de Blue Radix, que está totalmente integrado en el ordenador climático Ridder, solo tenemos que ingresar los valores deseados de temperatura, luz, humedad, etc., y Crop Controller se encarga del resto. Es mucho más sencillo, nos ahorra mucho tiempo y, además, es mucho más preciso”. Según Wright, los ajustes climáticos en el invernadero ahora presentan transiciones más fluidas y son más proactivos y coherentes que antes. “El cambio de cálido a frío o de húmedo a seco es más gradual. Por eso, noté rápidamente mejoras visibles en el cultivo”.
Blue Radix captó la atención de Tom d’Aqui durante la búsqueda de nuevas tecnologías. “Siempre buscamos innovaciones que nos permitan seguir avanzando”, comenta Wright. “El cultivo autónomo ha cobrado gran importancia en los últimos años y se espera que desempeñe un papel aún más relevante en el futuro. Por eso, contactamos a varias empresas que ofrecían soluciones, pero rápidamente nos dimos cuenta de que Blue Radix estaba mucho más adelantada. Además, la compatibilidad con el ordenador climático Ridder es esencial para nosotros. Si los dos sistemas no se hubieran integrado a la perfección, no habríamos optado por esta alternativa. El soporte de Ridder para implementar la API dedicada y garantizar la seguridad del entorno de los datos también fue fundamental”. Wright conoció Crop Controller a finales de 2024, y a principios de 2025 comenzó un periodo de prueba de seis meses. “Tuvo tanto éxito que ahora hemos decidido continuar y ampliar aún más el uso de Crop Controller”.
Minimizar los errores
Según Wright, es lógico que empresas como Tom d’Aqui intenten implementar nuevas tecnologías. “Para crecer como empresa, hay que procurar reducir al mínimo los errores. Equivocarse es humano, pero es responsabilidad del encargado de cultivos asegurarse de que las personas cometan la menor cantidad de errores posible. Eso requiere mucho tiempo, y deja poco tiempo para dedicarse realmente a la gestión del invernadero. Al automatizar más tareas, se logra tener más tranquilidad. Crop Controller se encarga de la ejecución calculando los perfiles climáticos cada hora, para los siguientes 3 días, con una precisión de 5 minutos. De este modo, verifica el pronóstico del tiempo cada hora y vuelve a calcular los ajustes ideales en cada ocasión. No voy a encontrar un encargado de cultivos que pueda hacerlo con tanta precisión y que, además, tenga tiempo para hacerlo todo el día, todos los días. Exigimos mucho a nuestros encargados de cultivos, pero también necesitan descansar, y respetamos que necesiten tiempo para sí mismos. Este sistema lo hace posible”.
Wright tuvo que acostumbrarse a Crop Controller. “Hay que confiar en el sistema; eso no se consigue de la noche a la mañana. Pero gracias al excelente soporte que ofrece Blue Radix, se aprende rápidamente a usarlo. Cuando se empieza algo nuevo, siempre surgen desafíos. Al estar en comunicación constante con el equipo técnico de Blue Radix, todo se resolvió rápidamente. Hablan el mismo idioma que el productor, lo cual es fundamental. Además, monitorean todo 24 horas al día, los 7 días de la semana, por lo que nunca hay que preocuparse por olvidar algo importante”.
Aprender más rápido
Crop Controller no va a reemplazar al encargado de cultivos; Wright está convencido de ello. “Sin embargo, el sistema les permite a los encargados de cultivo enfocarse en otras cosas. Esto nos da más tiempo para analizar lo que estamos haciendo y tomar mejores decisiones”. Para él, el cultivo autónomo representa una solución ante la falta de cultivadores bien preparados. “Hoy en día, ya no contratamos personal externo, sino que optamos por capacitarlos internamente. Cuando comenzamos con Crop Controller, temían que quisiéramos prescindir de ellos. Pero ahora están descubriendo que Crop Controller en realidad los ayuda a aprender más rápido”.
Wright considera que Crop Controller también puede ayudar a otras empresas en Francia. “Con el cultivo autónomo, se puede ahorrar mucho tiempo y trabajar de manera más eficiente. Al final, cada persona tiene que decidir por sí misma sobre eso”. En Tom d’Aqui, ya están mirando hacia el futuro. “También queremos comenzar con el módulo de riego autónomo, sabiendo que contamos con Ridder Prodrain, el sensor de agua inteligente y conectado de Ridder que proporciona información sobre la absorción de agua, la transpiración y el crecimiento de los cultivos. Con esta combinación, los resultados del riego serán todavía más útiles. Y quién sabe qué nos deparará el futuro. El uso de cámaras podría ser un gran complemento. Así, el invernadero se convierte aún más en una instalación inteligente”.
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