Soltar el control nunca es fácil, en especial cuando se trata de algo tan crucial como el cultivo de alimentos. Para los productores, cada decisión puede parecer personal, el resultado de años de experiencia e intuición. La sola idea de entregar estas decisiones a la tecnología de inteligencia artificial podría ser como aventurarse en lo desconocido. Sin embargo, a medida que la industria de la agricultura en ambientes controlados (Controlled Environment Agriculture, CEA) evoluciona, cada vez más productores están descubriendo los beneficios del cultivo autónomo. Al hacerse cargo de la ejecución de tareas diarias repetitivas en el invernadero, como controlar el ordenador climático, los productores optimizan las operaciones, aumentan los rendimientos y liberan tiempo valioso. Esto les permite centrarse en otras decisiones estratégicas y disfrutar de un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.