El cultivo autónomo es un desarrollo importante para la industria de invernaderos en México. La continua expansión de las empresas requiere de personal cualificado para gestionar los proyectos. Con el cultivo autónomo, la gestión de proyectos más grandes por técnico es una realidad y facilita el mejor uso de los recursos. Cuatro productores mexicanos de Mesa Grande, Sevaga y Bresca/Hortalizas cuentan sus experiencias con el cultivo autónomo y cómo optimizan y realizan su estrategia de cultivo única con Crop Controller de Blue Radix.
Ashly Flores (izquierda) y Ana Gómez (derecha) en la foto de la izquierda son técnicas encargadas de Sevaga, una empresa mexicana productora de tomate en el área de Aguascalientes. Han estado trabajando con Crop Controller desde diciembre del año pasado. Ana: «Queríamos un sistema que ajustara continuamente el clima del invernadero y los settings, sin tener que estar pendientes las 24 horas del día. Y era muy importante para nosotros que siguiera nuestra estrategia de clima. Nuestro principal objetivo es ahorrar energía ya que nuestra zona tiene bajas temperaturas en invierno alcanzando temperaturas por debajo de cero grados. Es por eso que comenzamos con Crop Controller, y debo decir que es un sistema muy práctico y comprensible. Es fácil de usar y hemos tenido muy buena orientación desde el principio».
Nueva forma de trabajar
Mesa Grande, una empresa productora de tomate en la misma zona, también comenzó con el cultivo autónomo a finales del año pasado. Blanca Azucena Moreno Correa (foto del medio), gerente de Produccion de Mesa Grande, afirma: «Como cualquier comienzo de un proceso, comenzamos reuniones de seguimiento comprender cómo funciona Crop Controller y obtener información sobre cómo hemos manejado nuestro invernadero en cada ciclo para poder estructurar nuestra estrategia. Que Crop Controller aprenda de nuestra estrategia y haga ajustes basado en ella, la estrategia varía en cada momento es de suma importancia. Es una nueva forma de trabajar ya que Crop Controller optimiza de forma continua y autónoma las condiciones climáticas y variables a lo que nuestras plantas necesitan”.
Mayor producción, mejores plantas
Karla Denisse Abundis (foto derecha), trabaja en Bresca/Hortalizas, una empresa productora de tomate en Puebla, México. La empresa que produce tomates para Mastronardi Sunset tiene como objetivo mejor control sobre las operaciones diarias y mejorar la previsibilidad y ha estado trabajando con Crop Controller desde julio de 2021. Karla: «La experiencia que tengo trabajando con Crop Controller ha sido muy gratificante para mi vida profesional y para el funcionamiento de la empresa. Implementar esta tecnología en nuestro invernadero nos ha dado las condiciones ideales para que el cultivo exprese su mayor potencial, teniendo una mejor planta y una mayor producción. Además, nos ha ayudado a reducir el tiempo de oficina y me ha permitido centrarme en implementar mejoras en nuestros procesos. Dentro de la operación, ha facilitado la transición de las estaciones climáticas para el cultivo, ayudando a evitar el estrés de la planta debido a estos cambios.
A nivel personal, es muy enriquecedor estar entre los primeros en introducir esta tecnología de punta en México y generar nuevos conocimientos y experiencia en el uso de la inteligencia artificial. Una tecnología que está cambiando la forma tradicional de controlar los invernaderos».
Mejora de la fisiología vegetal
Blanca de Mesa Grande agrega: «En mi experiencia como Agrónomo, Crop Controller me ha ayudado a comprender mejor lo que se necesita para un mejor desarrollo del cultivo, sin exigir demasiado de las plantas. Nos ha ayudado a gestionar mejor la toma de decisiones y a optimizar nuestros recursos. Actualmente hemos podido observar una mejora en el desarrollo fisiológico de nuestro cultivo, en comparación con los resultados registrados en ciclos anteriores: desde el color en planta, crecimiento y tamaño de la planta. Ahora podemos darnos cuenta de las circunstancias ideales».
Ashley de Sevaga dice que trabajar con este servicio es bueno. «Podemos optimizar nuestra energía y otros recursos de una manera más eficiente. Determinamos las temperaturas objetivo que deben alcanzarse y el controlador se entrena para llevarlas a cabo. Las condiciones climáticas exteriores están cambiando en este momento, y tenemos curiosidad por los resultados en los próximos meses».
Reducción de costes
Karla concluye con un consejo para los cultivadores que aún no han comenzado con el cultivo autónomo. «Considerando los resultados que hemos tenido en la empresa, estoy convencido de que es una tecnología que vale la pena implementar, hemos reducido costos al tener una menor incidencia de enfermedades y un aumento en el rendimiento. Esto ha beneficiado tanto a los responsables de la operación como a los propietarios, y esto ha sido posible gracias a la apertura para probar nuevas tecnologías».