CROP CONTROLLER FACILITA EL TRABAJO DE LOS PRODUCTORES
Cada vez más empresas del sector de la horticultura en todo el mundo comienzan a trabajar con el cultivo autónomo. ¿Por qué eligieron comenzar a trabajar con la inteligencia artificial (IA) en el invernadero desde el punto de vista comercial? Le preguntamos a tres CEO.
Actualmente, el uso de los datos y la inteligencia artificial posibilita el control autónomo de la producción de cultivos en los invernaderos. Desde hace algún tiempo, Blue Radix lo ha estado probando en la práctica en varias empresas dedicadas a la horticultura mediante el sistema de cultivo autónomo, Crop Controller.
Una de esas empresas es la estadounidense Village Farms. Village Farms cultiva tomates y cannabis en 92 hectáreas. La falta de suficientes productores es un gran problema en Estados Unidos y Canadá. “Encontrar productores de primera categoría es una tarea casi imposible. El cultivo autónomo soluciona ese problema, siempre y cuando integres a toda la organización”, comenta Mike DeGiglio, CEO de Village Farms. “Porque el CEO de la empresa no lo debe imponer. Puede ser un éxito solo si se acepta ampliamente y se considera una herramienta importante para el futuro”.
La atención personalizada se siente como si fuera una sociedad
DeGiglio cree que la guía personalizada de Blue Radix ayudó con esto. “En Blue Radix saben cómo funciona y pueden darles a los usuarios de Crop Controller esa pizca de confianza y apoyo adicional. Además, algunos productores son un poco más conservadores que otros y necesitan ese empujón extra. De todos modos, es bueno si alguien puede supervisarte de vez en cuando. Pero, esa atención personalizada además garantiza que la colaboración se sienta como iniciar juntos una sociedad”.
Mike DeGiglio tiene un pasado en la industria aeronáutica, donde ve un paralelo con el cultivo autónomo.
“De hecho, Crop Controller es el copiloto que garantiza que el productor no esté solo. Y ese copiloto se seguirá desarrollando. Crop Controller recopila más y más datos para ser cada vez más inteligente. A la larga, esto debería llevar a que el copiloto se convierta en capitán y te permita entregar el mando a la noche, los fines de semana y en las vacaciones para llevar una vida más equilibrada. Esta evolución requiere algo de paciencia y confianza”.
Mejor rendimiento
Theo van Noord, le CEO de Noordhuys Growing en Países Bajos, cree firmemente en el potencial de la IA para mejorar los cultivos. “Las soluciones de IA pueden almacenar más información y datos que un humano. Con estos datos, se puede realizar un análisis para tomar la mejor decisión posible para el cultivo. Una persona tiene limitaciones en el procesamiento de información y, por lo tanto, toma decisiones con información menos completa en comparación con las soluciones de IA”.
Noordhuys Growing tiene un total de 38.5 hectáreas de tomates repartidas en cuatro centros de cultivo. La empresa utiliza Crop Controller de Blue Radix en esas instalaciones y el CEO Van Noord está muy entusiasmado con esto.
“El sistema ayuda a nuestros productores a gestionar más área que antes. Esto es posible porque la IA garantiza que el clima se controle como mínimo tan bien como un especialista puede hacerlo. Además, el productor tiene más tiempo para otras tareas, lo que permite a la empresa trabajar de una manera más eficiente. El cultivo autónomo también conseguirá incluso mejores resultados en términos de rendimiento. Con apoyo en más información, se cometerán menos errores, lo que ayuda al especialista en cultivos a tener una mejor gestión del cultivo. Por lo tanto, la producción aumentará cada vez más”.
Marion van Gog, CEO en Van Gog Kwekerijen, concuerda. La empresa cultiva pepinos, tomates, pimientos y frutillas en Alemania y los Países Bajos. De acuerdo con Van Gog, el cultivo autónomo es indispensable para aumentar la producción en los próximos años. “La escasez de productores es cada vez mayor y las personas que empleamos se encuentran cada vez con más presión. Por lo tanto, veo al cultivo autónomo como una herramienta importante para apoyar a nuestros productores en los invernaderos. Debido a que es más difícil encontrar a nuevas personas calificadas, nos gustaría mantener a nuestros empleados en el equipo durante un período más largo. Gracias al sistema de cultivo autónomo de Blue Radix, de vez en cuando nuestros productores pueden irse a sus casas una hora antes o tomarse un fin de semana. En general, podemos reducir la carga en nuestros especialistas, al tiempo que ahora pueden gestionar 20 hectáreas en lugar de 5. Un beneficio para los empleados y la empresa”.
Los productores disfrutan de esta nueva manera de trabajar
Van Gog indica que a la empresa le gusta estar al frente de los nuevos desarrollos, incluido el cultivo autónomo. En 2023, Crop Controller se implementó en Alemania, seguido este año por los centros en los Países Bajos. “También involucramos explícitamente a nuestros empleados en estos cambios y vemos que disfrutan de esta nueva manera de trabajar. No ven a la inteligencia artificial como una amenaza, sino más bien como un apoyo que solo hace que el trabajo sea más placentero”. Por lo tanto, las expectativas para los próximos años son altas, comenta Van Gog.
“Esperamos a largo plazo que una persona pueda ser responsable de más hectáreas. Espero que las tareas repetitivas y el análisis de datos por parte de los empleados disminuirán y que el sistema garantizará que se cometan menos errores y que los resultados de rendimiento mejoren incluso más”.
El aspecto social del cultivo autónomo parece ser un argumento importante para que los empresarios den el paso. DeGiglio, de la estadounidense Village Farms, también señala la felicidad de sus empleados como el motivo principal por el cual comenzó con Crop Controller. “Hoy en día, no debes subestimar el trabajo de un productor. Es tan completo que requiere atención los siete días de la semana. Ya no puedes exigirle eso a las personas, también tienen una vida social. Queremos que nuestros empleados disfruten su trabajo y gracias al cultivo autónomo podemos quitarles presión. Esto les permite estar en sus casas más a menudo. Si las familias están felices, también lo están los empleados. Esto también tiene una influencia positiva en la empresa en su conjunto porque las personas felices tienden a trabajar con mayor eficiencia y podemos evitar que nos dejen”.
Seguir progresando
Theo van Noord también prevé nuevas mejoras en el sistema de IA en los próximos años. “El modelo de Blue Radix tiene una gran apariencia y es fácil de trabajar con él. El programa se mejora a través de la retroalimentación que proporcionamos. Marion van Gog concuerda.
“Con Blue Radix, las empresas también pueden colaborar de forma activa y trabajar en este desarrollo relativamente joven. Recopilar datos y perfeccionar el sistema lleva tiempo. Pero, mientras tanto, nosotros como usuarios podemos expresar nuestros deseos y proponer mejoras. Esto solo garantizará que el sistema se adapte incluso mejor con la práctica”.
Van Gog imagina en el futuro un portal donde se integren el clima, el agua, la energía y el CO2, y que esto funcione a la perfección con todas las cámaras y sensores en el invernadero. “Juntos tenemos que aprovechar la IA al máximo. Para mí, el valor agregado del cultivo autónomo no es tanto por los kilos de producto, sino más bien por facilitar el trabajo para que podamos seguir creciendo como empresa, incluso si tenemos menos personas disponibles”.