Esta es una publicación de blog de Ronald Hoek, director ejecutivo de Blue Radix.
Han quedado atrás los dos primeros meses del 2024. Muchos comenzaron el nuevo año proponiéndose metas positivas: dejar de fumar, tomar menos alcohol, hacer más ejercicio, etc. Pero todos sabemos que es difícil, muy difícil.
La investigación mostró un resultado interesante. El 77 % de los encuestados cumplió sus promesas durante la primera semana. Parece un buen número, pero la otra cara de la moneda es que el 23 % de ellos abandonó en la primera semana. No está tan bien. Y, si analizamos quiénes siguieron cumpliendo sus promesas a largo plazo, vemos que más del 50 % las abandonó. Tras 2 años, apenas el 19 % de los encuestados siguió cumpliendo sus promesas de Año Nuevo. Por un lado es dramático, pero por otro lado podemos decir que casi el veinte por ciento cumplió su promesa de Año Nuevo. Es mejor que nada.
Además, cambiar de hábitos en el trabajo no es nada fácil. Los cambios prácticos solo funcionan cuando crean valor real y tangible. Cuando se trata de cambiar los hábitos en el trabajo, no hay atajos. De hecho, se publicó un estudio interesante en el libro «Making Habits, Breaking Habits: Why We Do Things, Why We Don’t, and How to Make Any Change Stick» de Jeremy Dean. De acuerdo con Dean, un hábito simple, como tomar un vaso de agua tras las comidas, puede adquirirse en unos 20 días. Sin embargo, puede llevar mucho más tiempo convertir en hábito una conducta más exigente o compleja. En el estudio de Dean, a los participantes les llevó 66 días, en promedio, adquirir el hábito que se habían propuesto.
¿Y qué hay de nosotros?
Proveedores de tecnología de todo el mundo se esfuerzan por mejorar los resultados de los cultivos de invernadero. Una gama más amplia de tecnologías y de soluciones basadas en IA presenta a los productores y propietarios de invernaderos la oportunidad de mejorar los resultados y tener explotaciones más sostenibles y preparadas para el futuro. Eso es el éxito. Sin embargo, en mucho casos, trabajar con nuevas tecnologías y con soluciones de IA también requiere un cambio en los hábitos y la mentalidad de las personas involucradas.
Esta no es ninguna novedad: cuando se introdujeron las primeras computadoras de climatización, los productores debieron adquirir nuevos conocimientos y redefinir sus hábitos de cultivo. ¡Y es innegable que eso nos llevó en una buena dirección! Sin embargo, la tecnología no se detiene, sino todo lo contrario: cada vez avanza más rápidamente. Para los productores y operadores de invernaderos, surge una y otra vez la pregunta: ¿pueden confiar en lo nuevo y diferente? ¿Pueden soltar el timón de los procesos cotidianos y adoptar las nuevas tecnologías?
Muchos de nosotros trabajamos con reglas prácticas y convicciones que hemos adquirido a lo largo de los años. Como dijo Einstein: la locura es hacer lo mismo y esperar resultados diferentes. ¿Cuál es su «promesa de año nuevo» en el trabajo cotidiano? ¿Pertenece al 20 % que logra cambiar sus hábitos, ganar una ventaja competitiva y generar valor? Si conoce una forma fácil de cambiar los hábitos, hágamelo saber.